Primero que todo NO me voy a disculpar por demorarme tanto para escribir los posts de este reto. El tema es de tiempo y si lo tuviera tan libre como yo quisiera, ya debería estar por terminar esto, pero no, así que mejor sigamos con esto y digamos que esto es un reto llamado 30 Videojuegos en 30 Semanas!
El Videojuego que ocupa esta posición en especial, luego de darle muchas vueltas a la elección final, es el que para la gran mayoría de la prensa especializada es el mejor juego del siglo XX: Half Life.
¿Que por qué de nuevo un videojuego viejo? ¿Que por qué soy tan vintage? Bueno, las respuestas a esto y al interrogante de por qué tuve un auto veto prohibiéndome cualquier tipo de videojuego durante varios años.
Correría el año 2001 y yo me encontraba en plena época de Universidad en Manizales. Un MUY querido amigo mío, Juan Alejandro del Valle en alguna visita a su apartamento me dijo que tenía algunos juegos para PC, que si lo quería ensayar “hombre, claro que si” le contesté.
Eran varios, no recuerdo cuáles, pero entre ellos estaba el Half Life, viene la instalación, el respectivo crack, crear el iconito en el desktop para abrirlo más fácil y hasta ahí tuve conciencia de mi.
Valve, la casa productora, según entiendo siempre se ha caracterizado por la calidad de sus juegos, en especial de esta franquicia y aunque sus texturas, shaders, luces y sombras no eran como las que podemos disfrutar ahora, la sola historia del juego era lo tan, pero tan increíble y lograba un nivel de inmersión TAN alto, que dejé de ir a la universidad unos 15 días por estar jugando. Lo sé, lo supe y lo sabré siempre, eso no era para enorgullecerse, pero no podía dejar de jugar.
Tan solo la introducción en el tren con Gordon Freeman viajando en solitario, dándose cuenta de lo inmensos que son los mapas en el juego, escuchando esa voz hipnótica y viendo muchísimas cosas desconocidas aún pero que luego serán parte importantísima de la historia (como por ejemplo el G-Man)
Les recomiendo que la vean si no la han visto, pero si no quieren, no.
Sin haber disparado una sola bala, los 15 primeros minutos del juego son algo a lo que ninguna productora de videojuegos nos tenía acostumbrados ya que al llegar al laboratorio donde trabajamos como científicos, podíamos hacer las cosas a nuestro antojo, podíamos decidirnos en qué momento nos pondríamos nuestro traje antiradiación y si queríamos o no, dar inicio al experimento que iba a generar toda esta catarsis:
En otros juegos, uno simplemente es una ficha de un ajedrez mucho más grande y generalmente llega a la situación por X o Y motivo ajeno a su voluntad. En este caso es el mismísimo Gordon Freeman, quien ocasiona todo esto y luego de armado el bororó, es muy desesperante enfrentarse a todo esto armado tan solo con una barra de hierro.
No voy a mostrarles mucho del juego, realmente lo que vale la pena es poder jugarlo, creo que en STEAM está disponible para comprarlo, así que si pueden hacerlo, es una inversión que vale la pena.
Yo aún recuerdo el desorden alimenticio al que me sometí durante esos 15 días, viviendo sólo de domicilios y arepitas con carne que vendían frente al apartamento en la Universidad Luis Amigó. Recuerdo también que mis compañeros daban excusas en clase que yo no había pedido que dieran y así fue que me gané una fama en la universidad porque según ellos yo vivía con daño de estómago o como se dice castizamente, con “churrias“.
Recuerdo también que estaba sin novia por esos días y una pelada de Pereira decidió infructuosamente hacerme visita romántica tratando de separarme del computador. No lo logró y al final terminó bastante enganchada con el juego. Ahí nos sentábamos los dos por horas a conversar, a tomar Aguardiente Cristal o Ron Viejo de Caldas y ella me veía jugar.
Luego de varios días, por fin pude terminar esta batalla:
De ahí en adelante el resto del juego fue fácil y listo, lo terminé ¿y ahora? ¿cómo recupero mi vida? ¿seguirá ahí el mundo exterior? ¿se habrán olvidado de mi?
Fue en ese momento en que decidí darme el veto auto impuesto y no volví a tocar un juego en mucho tiempo y no sé si irónicamente o no, pero mi regreso fue con Half Life 2, instalado bajo Windows en un Mac (un sacrilegio, lo sé), y que me sirvió de consuelo para soportar un largo encierro en mi casa en Cartago ya que una extracción de cordales no salió como lo esperaba, casi me muero con una infección en un cachete y bueno, aproveché para volver a jugar después de casi 5 años de no tocar una consola.
Esta es la razón por la que para mi el Nintendo Game Cube y la Playstation 2 son casi que completamente desconocidas. Bueno, al menos tuve fuerza de voluntad durante todo ese tiempo.
Si no han jugado Half Life, Half Life 2, Half Life 2 Episodio 1, Half Life 2 Episodio 2 y tampoco esperan el Half Life 2 Episodio 3 y les da pereza saber de qué se tratan, les recomiendo este corto video en que explica más o menos cómo es la cosa:
Y si lo han jugado, les recomiendo esta serie de Machinima en la que Gordon Freeman, el personaje más callado en la historia de los videojuegos, nos revela qué pasa por su mente durante el transcurso del juego:
Está en inglés, si no sabe ¡aprenda!
Y ustedes ¿lo jugaron? ¿se enviciaron igual? ¿lo volverían a jugar?
Yo si lo volvería a jugar, pero lastimosamente no está incluído en The Orange Box que incluye las tres entregas de Half Life 2, el Team Fortress 2 y el increíble Portal, juego que ya ocupará una posición más adelante en este conteo (en algunas semanas o meses, no lo sé).
¡Gracias por leer!
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